domingo, 26 de febrero de 2012

Ruleta rusa unipersonal




Frías agujas de metal,
Cónclaves del tic-tac,
Sufren el tiempo en su piel
Inertes, imparables en la pared.
Otra hora, repite el tronar
Absorbente y voraz.
Juega con el azar,
Voltear una vez más
El frío acero del revólver
Hace a uno ser cruel.
El mártir en su sien sufrirá
La ira de la ruleta rusa mortal.
¡Oh brutal temporalidad!
¡Oh duro y truncado fin!
Dará de bruces su ser
Con el rostro de la muerte
Y lo hallará en plena soledad
Ya que decidió borrar a los demás.
Será injusto, quizás.
Será triste, aun más.
Postergarlo: cuestión de suerte,
Situa el arma en su tez
Aprieta el gatillo, sin velocidad,
Espera un poco para disparar...
Silencio, vacío y hueco silencio,
fuera, duerme toda la ciudad
Observada tras su cristal.
Quieto, aprietó de una vez.
Entreabiertos los ojos para poder ver
como se pierde su hálito final.
Suena un "clic" y deja de sudar.
Deposita el homicida arma
en la mesa, despreciándola.

Mañana lo volverá a intentar...

viernes, 24 de febrero de 2012

Un café de atardecer





Descuelga y suena su voz,
palpita mi ser mi alma vibra.
Pliega en diez mi corazón,
De ella, no superé criba.


Y ahora, que concede
Con dolorosa facilidad
Las migajas del tiempo que no tiene,
No comprendo la amistad.

Ya no sé quien es
Y donde decidió marchar
La muñequita de la que me enamoré
Suplida por su mirar.

Interpreto un yo en mi papel
en cada café, siempre normal.
Tres de azúcar a verter
Y aun así, amarga ver su piel.

Ahora adormece más cada vez
con saberme, con saber,
pinta en oleos de intención
los sorbos del café

Cruza su mirada a hechizar
Y atraviesa mi ser
Con saña y crueldad
Sangrando si le da por desaparecer.

Se acaban los ínfimos instantes
No hay besos de despedida
El deseo es un cálido abrazarse
Se marcha y desvanece, bellísima.


Epigrama con muro (Mario Benedetti)




Entre tú y yo
Se levantaba un muro de Berlín
Hecho con horas desiertas
Añoranzas fugaces.



Tú no podías verme
Porque montaban guardia
Los rencores ajenos
Yo no podía verte
Porque me encandilaba
El sol de tus augurios.



Y no obstante solía preguntarme
Como serías en tu espera
Si abrirías por ejemplo los brazos
Para abrazar mi ausencia.



Pero el muro cayó
Se fue cayendo
Nada qué hacer 
Con los malentendidos 
Hubo quién los juntó como reliquias.



Y de pronto una tarde
Te vi emerger por un hueco de niebla
Y pasar a mi lado sin llamarme
Ni tocarme ni verme
Y correr al encuentro de otro rostro
Rebosante de calma cotidiana



Otro rostro que tal vez ignoraba
Que entre tú y yo existía
Había existido
Un muro de Berlín que al separarnos
Desesperadamente nos juntaba
Ese muro que ahora es sólo escombros, más escombros,
Y olvido.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Desperdiciando




Ando sin andar, dicho sea de paso,
Desperdiciando mis pies caminando.
Vivo cada segundo, desflorando

Un corazón herido, sangrando sus latidos.
Sirvo de mirar cielos, azul, rojo o negro,
Regalándole mis ojos con cada pestañeo.
Válgase surtido de supiros ya,
Tras volver la vista adentro,
Y llenándole de desaire al viento.

Visto al tiempo hueco,
De segundos de provecho.
Vierto en agua mi vano aliento.
Desenvaino las fuerzas con que lidiar
En enfrentamiento,
Perdido de antemano,
ante un alma enamorada de recuerdos.

Cuerdo percibo el desuso del instante presente,
El que pierdo cuando cedo
Despistada y  atentamente
Mis dedos entre los versos,
Desperdiciando mis labios
Cuando solo se recitan por dentro.



martes, 14 de febrero de 2012

Hoy es San Valentín para los demás.





Podría elegante introducirme entre las masas, bucear entre el resto de mortales, hallarme ante ti, capaz de abrazar rosas rojas, besar el amanecer sin nubes, recitar tus lindos ojos, pintarlos de atardeceres, brillar reflejando tu hermosura, agarrar miles de libros que recitarte toda vida, buscar cada mañana entre las sabanas tu sol de sonrisa, perfilar con delicadas manos la caricia de tu risa.

Mas, hoy no es mi día.

Bien podría prohibir cruzar un solo paso a tu vera sin marcar un vals de cupido, dulcinear tus miradas a los incautos ojos quijotados que en ella se despistan. Perder los sentidos para saber que sensación da amar con tus latidos no escuchados, conmocionados al obviar que no conformes, besan sin boca los rocios del alba cerca mía. Adorar con alma y labios los enseres de lo versos lanzados a tu altar.

Pero hoy es San Valentín para los demás. No para mí.

Desbocado y alquitranado ser de penumbras, deseo ser turbia henna que se seca marchita a la espera de la piel en la que posar y abrazar, besar, cruzar cosquilleos, sentir lejos el suelo, volar entre ensueños, saborear el suave matiz del roce de sus cabellos, ser contorsionista de cada uno de sus movimientos, dar un sentido claro y directo al ofrecimiento eterno de verse enamorando cada semana, hora y segundo, haciendo en todo momento, un deleite con el que retarle a sufrir el pesar de ser amado cada día de mi vida.

Pero hoy no, hoy es San Valentín, el mío es el resto del año.