jueves, 31 de diciembre de 2015

Ella

Ella. Por ser, era mil cosas y una sola a su vez.
Por sí sola, era toda grandeza, sin más.
Mas, una sonrisa suya era agua que beber.
Ella y sus ojos de cielo azul reflejando mar...

Era la poesía en carne viva.
Es el poema que jamás se recitaría
Era lectora y compositora compulsiva
Y ella ni tan siquiera lo sabía.

Era oído, voz, pluma y papel de cada verso
Cada vez que podía rogaba a la voz de:
-"Niño, anda leeme lo que hayas escrito"-
Anhelaba leer y escuchar el uni-verso.

Era agua en donde bracear
Ella será siempre mi medalla de oro.
Ha sido mi mayor orgullo y logro.
Y recordaré siempre su poema favorito:

De la joven cristiana y el moro piadoso.
Historias de amor de épocas pasadas
Historias bajo cielos más azules que el de hoy
De azul inimaginable, como su mejor blusón.

Todas las alhajas y bienes, por verme nadar
Todos lo metales ganados,
Sólo por poder sostener su mano
Antes de partir al más allá.

martes, 10 de febrero de 2015

Es posible

¿Es posible ver duendes,
Donde los verdes turnan púrpuras?
¿Es posible nadar como peces
Fuera del agua, sin boquear con locura?
¿Es posible pintar liendres
Con indiscutible hermosura?
¿Es posible lograr ser
Quién otorgue virtud pura?

Es posible que te vuelva a ver
Hoy, mañana o ayer, nunca es momento
Nunca es correcto. No lo veo.

Todos en desacuerdo. Incluso tú.
Todos en deseos de no verlo. Menos yo.
Todos deseando. Todos de acuerdo.
Tú y yo. Bucle en desea-acuerdo.

Siempre pensé que el momento
No había llegado. Siempre pensé.
Siempre erré o no.
Pero siempre deseare que llegue...

Nunca será el momento perfecto.
Nunca. Ninguno. Nunca...

Ninguno menos éste: en presente.