domingo, 14 de julio de 2013

Son las 3

Son las 3 de la mañana. Son las horas que hacía que no te escribía, son las mucho tiempo. Tanto que ni lo recuerdo, son esas horas en las si no duermes, el impulso te lleva a no dominarte, son las 3, son ahora, bien estás disfrutando, de tu borrachera, de tu descanso, de lo que sea que estés haciendo.

Recuerdo que hace mucho tiempo, tanto que ni me acuerdo, a estas horas golpeaba, reía, bebía o quizá descansaba. Pero no olvido que a veces, a veces pocas y otras muchas, a las 3 de la mañana te hablaba. Sí, a ti. Di-disculpa mi memoria, eras... Es que no recuerdo tu nombre a estas horas... Eras tú, quien séas o quizá era yo, mi alma, mi yo, mi melancolía, mas estas horas si estás sólo con alguien, siempre invita a hablar, a sincerarse, a mentir y sonar profundo... Como detesto sonar profundo. Lo odio, me revuelve, me infecta de veneno el alma. Son las 3, tumbado, suspiro y escribo, sin apenas ruido. Te escribo. Vivo y necesito decírtelo. Te recuerdo y te olvido. Me recuerdo y me olvido.
Son las 3, te tengo a mi lado, tengo un lecho, un pasado y un futuro. Tengo presente?? Hace tiempo que se cruza brevemente, demasiado, y no lo distingo, pinto sobre el pasado el rostro del futuro. Y me olvidó que ese trazo, el mismo en el que trazó estas líneas, he de disfrutarlo.

Son las 3 de la madrugada, es hora de dormir, de descansar, de no dedicarte mís palabras de no olvidar: vida, amor, tiempo. Os tengo, no necesito más, no deseo más. Pero me acuerdo ahora, a las putas 3 de la mañana. Y si no te dejo una entrada, a estas horas, mañana al despertar, será otro dia de autómata sin recordarlo.

Descansa y recuerda.