martes, 20 de diciembre de 2011

Libélulas de ensueño

Mientras tanto, lejos de lo lógico,
de cuando en cuando, recordando
Revolotean cerca seres mágicos
En cada estanque y abrevadero
Cristalinos que les dé sustento.
Festejan, ríen, en gozo pleno.
Bien atentos al danzar
de los caballitos del diablo,
Lindas libédulas de ensueño.
De mil colores translúcidos.
Pinceladas para los vientos,
Mecidos por suaves brisas.
Obvian inviernos helados,
Extasiados sirven otros cuerpos
Dulces frutos del placer
Veneran a dioses paganos
Son esclavos del disfrutar.
Poseen consciencias de lo ajeno
Se alimentan de lo correcto
Vierten a los incautos lujuriosos
Los brevajes para olvidarlo
Arruinando los sentimientos.
Vanalmente servidos
Yacen después incomprendidos
En el suelo las ropas,
esperan la vuelta a sus cuerpos.
Y yo: lo veo, envidio y desprecio.
No puedo conformarme con ello.
No me basta con verlo,
El revolotear de libédulas de ensueño.

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