viernes, 8 de abril de 2011

Imaginaba que...



iba a dormirme y verte entrar me ha despertado, conste...
uhm, uno acá relajado, te ve llegar, se le disparan las pulsaciones, recorre por su piel un sudor helado, tuerce en sonrisa estúpida su faz y pierde el contacto con la parte más lejana de sus pies, humedezco mis labios, no me lo creo, mi respiración se agita, me pongo nervioso y un escalofrío me recorre por completo, todo esto es cierto, un cielo cerca del suelo,
 un sueño cuando camino despierto, un minuto de exaltación de mis sentidos
un todo en un momento, un tú, que eres ilusión, alegría e inspiración para el que relata estos versos, ahí llegaron dos ojitos tiernos, entre preciosos tirabuzones de cabellos sueltos, que dibujan lindas cenefas y constelaciones bifurcándose entre las sombras que proyectan sobre tu rosado rostro, bajo la atenta mirada de la espera de que llegue mañana, y eso que hoy ya no esperaba, al encuentro de tus abrazos y tu compañía, siempre anhelada, me dirigiría...
imagina que pudiera darte una mínima parte de ésto cada vez que tuviera un instante, un momento a tu lado, y susurrado directamente de mis adentros a tus oídos, observando con detalle y cuidado el contorno de tus labios dibujando suspiros enamorados.

Imagina, pues de momento, todo esto se queda en mi pensamiento…

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